Todo empezó hace unas semanas cuando el pequeño canadiense fue detenido en Los Angeles por conducción temeraria. Según alegó el cantante en su defensa, explicó que conducía a máxima velocidad para evitar que unos paparazzis le hicieran fotografías. Uno de ellos fue acusado penalmente, pero ahora parece que escapará airoso.
Días después del incidente, la justicia se posicionaba a favor de Justin Bieber y parecía muy probable que el fotógrafo que perseguía al ídolo de masas acabara entre rejas por conducción temeraria y poner en riesgo la vida del cantante.
Sin embargo, la historia ha dado un giro de 360 grados y el paparazzi acusado será finalmente declarado no culpable. El profesional se defiende diciendo que se trataba de la misma situación urgente que la de cualquier reportero de noticias que corre a informar de una última hora y, por lo tanto, posee el derecho constitucional de perseguirlo.
El demandado se convirtió así en la primera persona juzgada bajo la nueva ley californiana que castiga a los paparazzi que pongan en peligro a otra persona en beneficio propio. Sin embargo, el abogado del acusado insiste en que esta norma viola la Primera Enmienda estadounidense que defiende la libertad de prensa.
Después de la audiencia celebrada el pasado jueves, el letrado del paparazzi declaró que es injusto que Justin Bieber se escapara con tan solo una multa, mientras que su cliente tiene que enfrentarse a un cargo por conducción imprudente. ¿En qué terminará toda esta historia?
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